Como todas las plantas, el plátano, necesita agua, nutrientes, luz y aire para su normal desarrollo. Los nutrientes que requiere en mayor cantidad son: el nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre, denominados elementos mayores, los cuales deben aplicarse al suelo o preferiblemente.
El Nitrógeno: Ayuda al buen crecimiento y producción de la planta, da el color verde a las hojas; cuando se aplica mucho nitrógeno se demora la floración y fructificación, “la planta se va en vicio”. La deficiencia de nitrógeno se manifiesta inicialmente por una palidez de la planta y un amarillamiento de las hojas más viejas, ocasionando retraso del crecimiento y desarrollo de la planta.
El Fósforo: Ayuda al buen crecimiento de la planta, a formar raíces fuertes y abundantes; contribuye también a la formación y maduración de los frutos y es indispensable para mantener la vida útil de la platanera. Su deficiencia no es muy común y se manifiesta por la presencia de necrosis en los bordes de todas las hojas de la planta, especialmente las más viejas.
El Potasio: El plátano necesita mucho potasio, se considera el nutriente más importante. Contribuye a formar tallos fuertes y vigorosos; es indispensable en el transporte y acumulación de los azúcares, almidones y en el llenado de los frutos. También le confiere resistencia a las plantas frente a las enfermedades, especialmente la “bacterioris”. Entre los síntomas de deficiencia del potasio están: clorosis (amarillo-anaranjado), en la punta de las hojas más viejas, luego éstas se enrollan hacia adentro y mueren; se presenta retraso en el crecimiento, deformación del racimo, ruptura del vástago y pudrición del pseudotallo.
El Calcio: Participa en el desarrollo de la raíz, tallo y hojas; facilita la absorción de los nutrientes del suelo. Cuando hay deficiencia de calcio las nervaduras secundarias se vuelven gruesas y amarillentas. Aparece primero en hojas más jóvenes como un parche clorótico y transporte. Responsable también del atrofiamiento y muerte de los colinos.
El Magnesio: Permite la formación de proteína, es el principal elemento en la formación de la clorofila que le da el color verde a las hojas. La deficiencia de magnesio se manifiesta con un amarillamiento en las hojas más viejas, que resalta sobre el color verde de las nervaduras; con el tiempo se presentan puntos oscuros que posteriormente se necrosan.
El Azufre: Su función está ligada con su participación en la estructura de proteínas y vitaminas. Su deficiencia en la región es muy escasa.
Otros elementos como el Boro, Zinc, Molibdeno, Manganeso, Cobalto, Hierro, Cloro y Cobre se necesitan en menores cantidades, llamándose elementos menores. De éstos, el más importante para plátano en la zona cafetera es el Boro que se encuentra en nuestros suelos en niveles muy bajos. La deficiencia de Boro se presenta como rayas cloróticas perpendiculares a la vena central de la hoja más nueva, produciendo limbos reducidos y deformados; lo mismo que racimos deformados y a veces atrofiados; su deficiencia se traduce en muerte de raíces, repercutiendo en una mala calidad del racimo, baja cantidad de colinos y menor vida útil de la platanera, a su vez, el Boro es el responsable de la movención del Potasio en la planta.
