El cinteo es otra práctica opcional que facilitará conocer la época de cosecha y el control de los racimos, permitiendo la negociación a futuros. Consiste en marcar con periodicidad semanal o quincenal las plantas belloteadas, mediante la colocación de cintas de color. Generalmente esta práctica se realiza simultáneamente con el embolso.
El embolso es otra práctica opcional, que consiste en colocarle al racimo una bolsa plástica perforada, tratada o no con insecticida, para proteger los frutos de ataque de insectos, plagas y preservar la calidad y presentación de los dedos. Esta práctica se justifica siempre y cuando se tenga un mercado especializado, donde se compra el producto por kilogramo.
Se recomienda que las labores de desbellote y embolso se realicen de manera simultánea y sólo cuando el racimo haya abierto completamente sus manos; es decir entre los 25 a 35 días, después de la floración
